Entregada por Ramiro Barría Bórquez.
Una niña se paseaba
entre las flores de un jardín,
preguntábale a la rosas
que galán le haría feliz.
Una de ellas le contesta
con graciosa sencillez,
en tu pecho amante guardas
la respuesta que queres.
Bella ninfa de este encanto
cuyo adorno sois mejor,
yo te doy dulce perfume
tu me das tu corazón.
Una flor es una niña
una niña en cada flor,
que con gran primor
nos dará su amor.
Si mi madre se enterase
que bajaba yo al jardín,
a pensar en el recuerdo
del amor que guardo aquí.
La flor misma me decía
no recuerdas tú,
a otra rosa consultaba
en tu tierna juventud.